Dividida en 196 aforismos.
Se divide en 4 capítulos: Samadhi Pada, Sadhana Pada, Vihbuti Pada y Kaivalya Pada.
Sutra evoca las perlas de un collar y el hilo del mismo.
Libro I: Samadhi Pada
Yoga es la detención de la actividad automática de la mente
Entonces se revela nuestro Centro
En caso contrario, nuestro Centro se identifica con la agitación de la mente.
Hay 5 modificaciones de la mente: el razonamiento justo, el pensamiento erróneo, la imaginación, el sueño y la memoria.
El razonamiento surge de la percepción clara, la deducción y referencia a textos sagrados.
El error es un conocimiento falso.
La imaginación no tiene sustancia pues se apoya del conocimiento verbal.
El sueño es una agitación mental de contenido ficticio.
La memoria consiste en no abandonar la experiencia de un objeto una vez ya ha tenido lugar.
Estas son herramientas necesarias de la mente y sólo hay que limpiar todo lo que perjudica el discernimiento para que la mente no nos arrastre a la confusión.
La detención de la mente se obtiene por la práctica intensa con un espíritu de desapego.
Vairagya: ausencia de pasión, apego. Relajación de todas las tensiones. No buscar los frutos de acciones.
Esta práctica dirige su esfuerzo enérgico en establecerse en uno mismo.
Se debe practicar con fervor, perseverancia, ininterrumpidamente y durante largo rato.
El desapego es inducido por un estado de conciencia total que libera del deseo externo.
El grado más alto de desapego es el desapego a los gunas.
Sattva, la tendencia ascendente; Rajas, la actividad mental, la pasión y la dispersión y Tamas, lo descendente.
Desapegarse de los gunas es liberarse de la ignorancia existencial.
El Samadhi Samprajnata, donde la conciencia todavía está volcada hacia el exterior, llama a la reflexión, al razonamiento. Va acompañado de un sentimiento de alegría y sentimiento de existir.
La mente no se dispersa, está en armonía con el objeto en que se concentra. Pero el ego sigue presente.
Cuando cesa toda actividad mental, se establece Samadhi Asamprajnata. En este estado aún permanecen los recuerdos acumulados por el Karma.
Estado de unidad pasajero con la carga aún del pasado.
Algunos seres conocen el Samadhi desde el nacimiento. Están libres de las cargas del cuerpo físico, a pesar de estar encarnados.
Otros conocen el Samadhi gracias a la fe, a la energía, al estudio y al conocimiento intuitivo.
Es accesible a quienes ardientemente lo desean.
Ishvara es un ser que no se ve afectado por el sufrimiento, la acción, su resultado y las consecuencias que puedan dejar.
El Ser como Atma, esencia divina.
En este ser vemos el germen de la conciencia sin límites.
No limitado por el tiempo, es el maestro espiritual de los antiguos.
Se le llama Om, la repetición de este mantra permite entrar en su significado. Gracias a ella la conciencia periférica se interioriza y los obstáculos desaparecen.
La enfermedad, el abatimiento, la duda, el desequilibrio mental, la pereza, la intemperancia el error de juicio, el hecho de no realizar lo que se ha proyectado o el cambiar frecuentemente de proyecto, son obstáculos que dispersan la conciencia.
Estos obstáculos vienen de los automatismos de la mente, se relacionan al desconocimiento de la realidad.
El sufrimiento, la angustia, el nerviosismo, una respiración acelerada, son los compañeros de esta dispersión mental.
Para eliminarlos se debe centrar la práctica en un solo principio.
La amistad, compasión, la alegría clarifican y apaciguan la mente; esto se debe practicar independientemente de felicidad o desgracia, frente a quienes nos hacen bien o mal.
La expiración y la suspensión de la respiración producen los mismos efectos
La respiración puede ser un barómetro de nuestro estado interior, pues conecta con el ritmo natural del cuerpo, no de nuestra mente.
La estabilidad mental puede venir de su actividad en relación al mundo sensible.
Por ejemplo, si dirigimos nuestra atención a través de nuestros sentidos hacia algún objeto generador de paz y tranquilidad
También puede venir de la experiencia de un estado luminoso y sereno.
En ese estado todo entra en armonía y surge una alegría que va más allá del tiempo y estabiliza la conciencia.
También puede surgir tras acercarse a un ser que conozca el estado sin deseo.
Vivir cerca de una persona realizada para lograr la realización
O también permanecer vigilante al dormir y a los sueños.
O mediante la meditación en un objeto que se escoja.
Estos últimos 7 puntos son los enumerados por Patanjali como los medios para crear el estado de Dhyana, la meditación. Esta es la última etapa antes del Samadhi, la liberación final. Meditar es estar consciente de todo en cada momento.
En aquel estado, las turbulencias de la conciencia periférica están apaciguadas, igual que un cristal refleja el soporte sobre el que reposa; la mente está en un estado de perfecta receptividad frente a lo conocido. Este estado se conoce como Samapati.
Samapati Vitarka (receptividad perfecta con razonamiento) es el estado de receptividad donde aún no se ha desprendido de las construcciones mentales ligadas al uso de la palabra, a su significado y al conocimiento correspondiente.
El Samapati Nirvitarka (estado de unidad sin razonamiento), se purifica la memoria como si estuviera vaciada de substancia, el interés va hacia el objeto mismo, sin connotaciones mentales.
Este estado permite a la conciencia aprehender la realidad sutil de las cosas, incluso sin actividad mental.
Alcanzando la naturaleza sutil de las cosas, el Samadhi participa de lo indiferenciado.
Pero estos Samadhis aún tienen interferencias.
No se está libre aún de impregnaciones del pasado.
La experiencia de Samadhi sin actividad mental induce a un estado interior de paz y de claridad.
Es el conocimiento de la realidad.
El conocimiento que viene de las enseñanzas de textos sagrados y del ejercicio de la inteligencia es diferente del que se desprende del Samadhi, porque su campo de experiencia es distinto.
La impregnación de este Samadhi se opone a la formación de otras impregnaciones.
Cuando todo esto también se suprime, se conoce el Samadhi Nirbija (sin grano).
Estado de pura conciencia cuando se calman los pensamiento automáticos.
Libro II: Sadhana Pada
El yoga de la acción se practica con tres modalidades inseparables: esfuerzo sostenido, conciencia de sí mismo y el abandono al Señor.
Sadhana significa estrategia, medios prácticos para crear condiciones favorables de transformación en el camino espiritual.
Svadhyaya significa estudio de los textos sagrados y a la vez el conocimiento de uno mismo.
El trabajo interior puede dar fruto con la aceptación del destino cotidiano
El yoga de la acción tiene como fin disminuir las causas de sufrimiento y permitir el Samadhi.
Las causas del sufrimiento son la ignorancia, el sentimiento del ego, el deseo de posesión, el rechazo del deber, el apego a la vida.
La ignorancia de la realidad es el origen de las otras causas de sufrimiento
Avidya: ignorancia, ceguera
La ignorancia de la realidad es tomar lo impermanente, lo que no es el Sí, por lo permanente y el Sí.
El sentimiento de ego, viene de la identificación del espectador con el espectáculo.
El deseo de posesión se relaciona con el recuerdo del placer.
El rechazo del deber con el miedo a sufrir.
Si domina el deseo de posesión se vive acumulando proyectos, acciones o compromisos, proyectando al exterior; mientras que si domina el rechazo se huye del exterior hacia el inmovilismo, la pasividad, la depresión. El equilibrio se encuentra entre estas dos posibilidades.
El instinto de conservación, ligado al sentimiento que se tiene de su importancia, está arraigado en nosotros.
Cuando estas causas de sufrimiento son leves, se pueden eliminar con la ruptura de los hábitos.
Realizando desapego, cesar la confusión mental.
Las perturbaciones mentales que traen consigo pueden ser eliminadas por medio de la meditación.
En el curso de nacimientos sucesivos, se experimenta la ley del Karma.
Nuestros actos nos siguen. Se refiere al estado donde se sufren las consecuencias de lo vivido en la vida terrenal.
Si la raíz permanece, el desarrollo de los kleshas se realiza a través de los nacimientos, las vidas y las experiencias
Los Vitris son las cinco modalidades de la mente; los kleshas del estado emocional.
Estas experiencias producen alegría o sufrimiento, sean justas o no.
Para el sabio, todo es dolor porque estamos sometidos a los conflictos de la actividad de los gunas y al dolor inherente de los cambios, la angustia existencial, al condicionamiento del pasado.
El dolor futuro puede evitarse.
El pasado no existe, la acción se realiza en el momento presente. Solo el presente es el momento de experimentar el desapego.
La identificación entre el que ve y lo que es visto es la primera causa del dolor que puede ser evitado.
El dolor que debe ser evitado es aquel que viene de la condición humana sometida a la ignorancia de lo real. El que ve y lo que es visto, el espectador y el espectáculo, el sí y la materia, la conciencia profunda y la conciencia mental, términos para designar lo que el Samkhya llama Purusha/Prakriti, pareja indisociable en la vida humana.En la tradición hindú se cree que en el ser hay una nostalgia de la felicidad no dual. Librarse de la ignorancia, recobrar el estado de unidad es el fin del Yoga.
El mundo material se manifiesta en la inmovilidad y en la actividad o la claridad. Los elementos naturales y los órganos sensoriales lo componen. La razón de esta manifestación es gozar de ella o liberarse.
Se puede permanecer en la existencia aceptando vivir las felicidades y los sufrimientos de la existencia o tratar, mediante la práctica del Yoga, de poner fin a este engranaje, anular las fuerzas kármicas.
La actividad de los gunas se manifiesta en niveles diferentes sobre elementos groseros o sutiles, manifestados o no.
Drashtar, el que ve, es únicamente el poder de ver; pero, aunque es puro, es testigo de lo que ve.
La conciencia profunda, permanente, refleja el carácter cambiante e impermanente de lo que ve.
La razón de ser de lo que es visto es sólo ser visto.
Lo manifestado existe para diferenciar entre Purusha y Pakriti
Para quien alcanza este fin, eso desaparece pero continúa existiendo para el resto.
Para el Sabio la visión del mundo es diferente, pero perdura para aquellos que viven en la ignorancia.
El Samyoga permite comprender la naturaleza de estas dos facultades, la de ver y la de ser visto.
El estado de unidad que confiere el Yoga, permite la discriminación, sin la cual no se persive la realidad.
El desconocimiento de lo real es la causa de la confusión entre las dos.
Cuando el desconocimiento de lo real desaparece, desaparece la identificación entre espectador y espectáculo. Entonces el espectáculo ya no existe más. Se produce la liberación del espectador.
El discernimiento, practicado de forma ininterrumpida, es la forma de poner fin al desconocimiento de lo real.
El conocimiento de quien practica el discernimiento se hace gradualmente sin límites.
Cuando las impurezas de la mente son destruidas por la práctica del Yoga, la luz del conocimiento da la discriminación al espíritu.
Los ocho elementos constitutivos del Yoga son:
Yama - Las reglas de la vida en relación a los demás.
Niyama - Las reglas de la vida en relación a uno mismo.
Asana - La práctica de la postura.
Pranayama - La práctica de la respiración.
Pratyahara - La escucha interior.
Dharana - El ejercicio de la concentración
Dhyana - La meditación
Samadhi - El estado de unidad.
Las Yamas son: la no violencia, la verdad, el desinterés, la moderación, el rechazo de las posesiones inútiles.
Son regla universal, pues no depende del modo de existencia, ni del lugar, de la época ni circunstancias.
Las Niyama son: ser claro en los pensamientos y actos, estar en paz con lo que se vive sin desear otra cosa, practicar con ardor, aprender a conocerse y actuar en el movimiento de la vida.
Cuando los pensamientos turban estas actitudes hay que dejar manifestar lo contrario.
Meditando sobre lo contrario se restablece el equilibrio. Se necesita humildad para acordarse, en un momento de presión, de que se tiende a ser subjetivo.
Estos pensamiento, como la violencia (ya sea que se vive, se provoque o se apruebe) son causados por impaciencia, la cólera y el error. Engendra un sufrimiento y confusión que no tiene fin.
Si alguien permanece en la no violencia, la hostilidad alrededor de él, desaparece.
Cuando nos situamos en la verdad, la acción produce los frutos apropiados.
Cuando el deseo de posesión desaparece, las joyas aparecen.
Establecerse en la moderación proporciona una buena energía vital
El que se desinterés de las adquisición de bienes inútiles conoce el significado de la vida.
La pureza nos conduce a estar despegado de nuestro cuerpo y del de los demás
El ser puro engendra el buen humor, la concentración del espíritu, el control de los sentidos y la facultad de relacionarse con la conciencia profunda.
Concentrarse en lo que se tiene confiere el más alto grado de felicidad.
Samtosha: el estado de contento, un estado de espíritu, un estado mental que orienta pensamientos, actos, reacciones. Desea lo que tienes y tendrás lo que deseas.
Con la práctica intensa, que destruye impurezas, se mejora considerablemente el funcionamiento del cuerpo y de los sentidos.
El estado de interiorización permite la unión total con la divinidad que se elija
Por el abandono a Dios, se cumple la realización del Samadhi.
La postura - asana - es estar firmemente establecido en un espacio feliz.
Gracias a la meditación sobre el infinito y la renuncia al esfuerzo-voluntad.
El equilibrio corporal se encuentra entre el esfuerzo y la relajación, el hacer y dejarse. Asana es el momento perfecto cuando el cuerpo está absolutamente tranquilo y libre de toda voluntad, la sensación y la respiración se suspenden e inmovilizan en el tiempo.
A partir de ese momento, ya no se está asediado por los dilemas y los conflictos.
Cesa la visión dual del mundo
Cuando esto se cumple, se experimenta Pranayama, el cese de las perturbación de la respiración
Los movimientos de la respiración son la expiración, la inhalación y la suspensión. poniendo atención a dónde se sitúa la repsiración, su amplitud y ritmo, logramos respirar más prolongado y sutil.
Lo importante en la conciencia de la respiración. El cuerpo es lento y la respiración natural también lo es, pero la mente es movil, inquieta y dispersa y modifica la respiración.
Una cuarta modalidad de respiración va más allá del plano de la conciencia donde se distingue entre inspiración y expiración.
Es la respiración yoguita, casi inmóvil el aliento suspendido, pulmones llenos a la mitad, en comunión con lo sutil.
Entonces, lo que oculta la luz, se disipa.
Y el espíritu se hace capaz para las diversas formas de concentración.
Cuando la mente ya no se identifica con su campo de experiencia hay como una reorientación de los sentidos hacia Sí.
Los sentidos están completamente controlados.
Accediendo a otro estado de conciencia: el de la meditación Dhyana.
Libro III: Vibhuti Pada
Vibhuti: manifestación de la fuerza, despliegue de energía, felicidad, esplendor. En este capítulo, Patanjalí describe el estado feliz, las manifestaciones de poder y energía que son resultado de la acción justa, gracias a una mente desapegada.
Dharana es la relación de atención de la mente a un sector determinado.
Dhyana es el hecho de mantener una atención exclusiva sobre un punto único.
Cuando la conciencia está en relación con lo que no tiene forma, es el Samadhi.
El cumplimiento de los tres es el Samyama.
El Samyama es la consecuencia del estado de meditación, comportamiento inducido por el estado de unidad.
La práctica de Sanyama trae conocimiento.
Su aplicación práctica se hace por etapas, de un territorio conquistado a otro.
Estos tres aspectos del Yoga son más interiores que los precedentes.
Y ellos es más exterior que el Samadhi Nirbija.
Que no es la última etapa de la conciencia. Nuestras acciones interesadas pueden aflorar en cualquier momento como miedo a perder algo, deseo de posesión, de guardar. Esto puede suceder cuando creemos que ya nos hemos liberado, es la trampa de la autojustificación que se encuentra en todo camino espiritual.
El Nirodha Parinama, o etapa de la suspensión, se produce o no según aparezcan o se apaciguen los condicionamientos de nuestro pasado.
En función de la impregnación que está deja, el flujo mental se calma.
En este estado de la evolución de la conciencia, llamado Samadhi Parinama, sólo hay momentos de atención exclusiva.
No es el Samadhi sin granos, los granos del pasado aún pueden germinar y arrastrar a la conciencia en los automatismos.
En la fase de evolución Ekagrata Parinama, hay igual alternancia de actividad y de calma de la conciencia frente al objeto de la experiencia.
Nada es definitivo aún, la meditación todavía no es totalmente estado de meditación.
Esto explica las modificaciones intrínsecas en el plano de la naturaleza profunda y de los órganos sensoriales.
Todo objeto se funda sobre la Ipseidad, se manifieste o no.
La diversidad de leyes naturales es la causa de la diversidad en el cambio.
Gracias al Samyama se tiene conocimiento del pasado y del futuro.
Hay confusión entre la palabra, la cosa y la idea que de ella se forma, pues se las confunde. Gracias al Samyama se comprende el lenguaje de todos los seres.
Comprender lo que dice el prójimo, con toda la diversidad que cada uno da a las palabras a partir de la propia historia, de la subjetividad. Esta es una difícil tarea y conseguirlo es una sabiduría.
Por la visión clara de las impregnaciones latentes en nosotros se tiene el conocimiento de las vidas anteriores.
Estados del Ser distinto al estado humano actual
Se conoce el pensamiento de los demás
Estar suficientemente ajeno al ego propio permite escuchar al otro desde su interior y que así sus pensamientos y sentimientos se evidencien.
Pero no se conoce el Centro, la esencia de ser no puede ser objeto de investigación.
Mediante el Sanyama sobre la apariencia formal de cuerpo,se le hace invisible suprimiendo la facultad de ser visto gracias a la disociación de la luz que aquel refleja y del ojo que lo contempla.
Con una buena concentración energética se puede llamar la atención o pasar inadvertido, permitir la comunicación en el plano de vibraciones o impedirla.
Lo que precede explica que se puede suprimir la palabra y el resto de las manifestaciones corporales..
El karma puede acercarse a su término o no. Se conoce el momento de la muerte gracias al Sanyama ejercido o gracias al estudio de los signos y presagios.
Sanyama sobre la benevolencia y las otras cualidades el corazón desarrolla los poderes correspondientes.
Dirigiendo la mirada interior hacia el Centro, se conoce lo invisible.
Sanyama sobre el sol proporciona el conocimiento del universo.
Sanyama sobre la Luna permite conocer el orden cósmico.
Sanyama sobre la estrella polar permite conocer el curso de los planetas.
Sanyama sobre el chakra del ombligo da el conocimiento de la fisiología del cuerpo.
El cuerpo humano es un microcosmos a imagen del macrocosmos (universo). Sanyama nos da el conocimiento interior perfecto, gracias al conocimiento de los chakras:
Muladara: raíz.
Svadhisthana: base de la columna.
Manipura: joya de la ciudad (vientre).
Anahata: apertura, purificación de corazón.
Vishuddha: libera la energía de la palabra.
Ajna: visión clara.
Sahasrara: loto de mil pétalos, cuya apertura permite la unidad.
Sanyama sobre el fondo de la garganta suprime el hambre y sed.
Se evoca el sentido de ascesis, reducción de los deseos y necesidades físicas.
En el Kurma Nadi se obtiene estabilidad.
Situado en la parte alta del pecho, sobre los bronquios.
Sobre el Sahasrara se obtiene la visión espiritual de los seres realizados.
Esta omnisciencia puede existir gracias a una intuición natural.
Recordatorio de las dos vías del libro I, la vía de la práctica y esfuerzo donde gracias al Sanyama se alcanza el conocimiento y la vía de la gracias donde todo se da a quien sabe recibir.
Por el Sanyama sobre el corazón se tiene el perfecto conocimiento de la mente.
La vía del corazón es inseparable a la de la mente.
La experiencia sensible vuelta hacia el exterior, no distingue objeto de sujeto y confunde Purusha y Sattva. Si se orienta al interior, mediante Sanyama, se conoce al Sí.
El mundo sensible se resume en Purusha/ Pakriti, el espíritu y la materia. Sattva es una cualidad de la materia, Purusha es el soplo preexistente, la energía indiferenciada. Confundir los dos es seguir en Avidya, ignorancia ligada a la materialidad. Conocer Purusha, el Sí, es trascender la condición humana, abrirse a lo divino, al Absoluto.
De ahí nacen las facultades sutiles en el plano de la audición, de la percepción, visión, gusto y de la sensación.
Estas percepciones paranormales son obstáculos en la vía del Samadhi cuando sus poderes se apartan del Centro.
Es el plano de la magia y no de la sabiduría. Si se utilizan estos poderes, se refuerza el ego en vez de extinguirlo.
Cuando uno se libera de las leyes de la causalidad y se tiene conocimiento de los mecanismos de la mente, se hace posible la posesión del otro.
Controlar a las personas, cuando se tiene la fuerza psíquica que otorga concentración perfecta, es contrario a la vía. Esta es la diferencia entre un fundador de secta y un verdadero maestro espiritual, el Gurú, quien deja en completa libertad al discípulo y se contenta con crear las condiciones para que pueda descubrir y conocer por sí mismo.
Gracias a la maestría del Udana, uno se puede elevar por encima del agua, del barro y de las espinas y no ser afectado.
El Yoga distingue 5 respiraciones: Prana, Apana, Samana, Udana y Vyana.
Se puede uno despegar de problemas, preocupaciones y dificultades y encontrar serenidad de una mente apaciguada.
La maestría del Samana provoca la irradiación del cuerpo.
Gracias al Samyama se establece una relación entre el espacio y el oido, haciéndose éste supranormal.
Percibimos más allá del mundo físico y sensible y se tiene acceso al mundo interior.
El Sanyama sobre la relación entre cuerpo y espacio junto con un sentimiento de ósmosis con la Ligereza permiten desplazarse en el espacio.
Cuando se está libre de la sujeción del cuerpo se disipa lo que oculta la luz.
Se obtiene maestría de los cinco elementos haciendo Sanyama sobre el fin, la función y relación entre su apariencia grosera, su forma y su esencia sutil.
Gracias a ello se adquiere la manifestación de poderes tales como el de reducir el cuerpo a la dimensión de un átomo, hacerlo perfecto e incorruptible.
Un cuerpo perfecto tiene la belleza, el encanto, el vigor y la invulnerabilidad de un diamante.
Gracias al Samyama sobre su poder de percepción, su substancia propia, el sentimiento de existir que procuran y la relación entre características y función, se obtiene la maestría de los sentidos.
Gracias a esto, se puede uno desplazar con el pensamiento, sin vehículo personal y se conoce el sentido y naturaleza de la vida.
Conocer solamente la diferencia entre el Guna Sattva y el principio absoluto basta para otorgar el poder sobre todas las manifestaciones y el conocimiento de toda cosa.
El estado de unidad pasa por la discriminación. Hace falta separar lo que es distinto para encontrar la unidad más allá de los contrarios.
Desapegarse de todos esos poderes conduce a la Libertad suprema, cuando toda semilla de error ha sido destruida.
Conviene evitar el orgullo y la importancia que se puede otorgar a lo que nos conceden los dioses.
Estos poderes pueden ser ocasión de nuevos apegos que es necesario rechazar para vivir en el plano del Ser y no del tener.
Mediante el Samyama sobre el tiempo y la marcha del tiempo, se posee el conocimiento nacido de la discriminación.
Esta discriminación permite conocer dos cosas idénticas que no e puedes distinguir mediante la observación ordinaria centrada en carácter distintivo y la localización.
El conocimiento nacido de la discriminación es intemporal, es total e induce a la liberación
Cuando el Guna Sattva es tan puro como Purusha, el principio absoluto, esto constituye la libertad suprema.
Cuando la materia está purificada desaparecen los obstáculos para la energía, la conciencia, el Sí.
Libro IV: Kaivalya Pada
Luego de haber expuesto de forma detallada los poderes que son consecuencia de la práctica de Yoga, pero no el fin buscado, el libro III subraya la absoluta necesidad de renunciar a estos poderes. Sólo está última renuncia permite conocer el Kaivalya, la liberación de las vicisitudes de la condición humana, la liberación suprema.
Los poderes son innatos o engendrados por el uso de plantas, de los mantas o por la práctica de Yoga y del Samadhi.
El renacimiento en una forma de existencia diferente es una modificación debida a la exuberancia de las fuerzas de la naturaleza.
La energía presente en la manifestación nos conduce a reacciones emocionales, a actos interesados que producen impregnaciones que contaminan nuestra alma. Se necesitan otros estados para limpiar lo contaminado.
Como el campesino que rompe un dique para regar sus tierras, la eliminación de obstáculos es el origen de toda transformación.
Los distintos estados de conciencia no son más que creación del ego.
Nuestros cambios interiores están unidos a lo emocional, a lo imaginario, a todo lo que concierne al ego.
En esas modificaciones de actividad mental un solo estado de conciencia arrastra innumerables.
A partir de una idea o creencia se producen reacciones en cadena. Estamos sometidos a la intervención de los gunas, provocando nuestros cambios de humor incesantes.
El estado de conciencia que nace de la meditación se halla libre de construcciones mentales.
No reposa sobre el ego, con sus estratos de esquemas, hábitos, miedos, defensas y deseos. No condiciona el futuro. Solo el dolor situado en el futuro puede ser evitado y sólo el acto de meditación permite el acto adecuado que no siembre sufrimiento.
El Karma del Yogi no es blanco ni negro, el de los otros se encuentra mezclado.
El acto justo permanece neutro, no carga Karma.
Estamos influenciados por recuerdos subconsciente ligados a impregnaciones anteriores.
Nuestro pasado nos determina y preparamos nuestro futuro. El libre arbitrio consiste en hacernos conscientes de nuestros condicionamientos con el fin de librarnos de ellos.
Las impresiones latentes y la memoria tienen un funcionamiento similar, incluso si se expresan de modo diferente de acuerdo al lugar y momento.
Funcionan sobre automatismo. Se opone a la espontaneidad de la vida que pide respuestas nuevas, adaptadas a la situación.
No hay comienzo para su existencia, pues su necesidad de manifestarse está ahí, desde siempre.
La rueda del Karma no tiene fin, alimentada de nuestros deseos y necesidades.
Porque están relacionadas con la causa y el efecto del terreno que las nutre. Cuando estas desaparecen estas latencia también lo hacen.
Si la mente se calma, puede acceder a la visión de realidad y así esfumar esas latencia arraigadas a nuestros deseos y ceguera.
El tiempo existe a causa de su propia naturaleza, en relación con la diferencia de los caminos y sus características
Estos fenómenos, manifestados o sutiles, se deben a la naturaleza de los gunas.
Toda cosa lleva en sí misma el principio único a causa de la unicidad del cambio.
Dos cosas parecen semejantes debido a los diversos estados de conciencias que las perciben de modo diferente.
Un objeto no sólo es la obra de la mente, si así fuera ¿qué ocurriría cuando no es percibido?
Según el Samkya, el mundo es real y no ilusorio como lo es para el Vedanta. Problema de perspectivas.
Un objeto es o no es percibido, según el interés que la mente manifieste.
Nuestra visión es selectiva, de ahí que nuestra visión del mundo sea subjetiva.
La mente no tiene resplandor por sí misma puesto que es sólo objeto de percepción.
Es instrumento y objeto de conocimiento, pero no es sujeto y, por lo tanto, no puede conocerse a sí misma. El conocimiento mental es limitado y no puede acceder a la realidad.
No existe un conocimiento de dos a la vez (del objeto y del sí mismo como instrumento de conocimiento. La mente (no conciencia) no puede conocerse puesta está volcada al exterior.
Si la mente pudiese ser conocida por otra inteligencia más sutil, eso crearía un exceso de conciencias mentales y una confusión de sus memorias.
La mente tiene un conocimiento perfecto de su propia inteligencia cuando no pasa de un objeto a otro y se vincula con la forma de conciencia más profunda.
La mente coloreada por el Sí se convierte en conciencia total.
La mente depende del Sí, al que está asociado en su actividad.
Para quien es capaz de discriminación, cesan las dudas y las dudas sobre la naturaleza y existencia del Sí.
La mente orientada hacia la discriminación es llevada hacia el desapego de todos los lazos.
Los pensamientos parásitos tienen acceso a la conciencia a causa de las impresiones latentes.
Estas desaparecen igual que las causas del sufrimiento.
El Samadhi Dharma Megha es posible si se está desinteresado en la práctica del discernimiento en todos los aspectos, incluso en la meditación en el más alto nivel.
Gracias a esta forma de Samadhi, cesan las causas del sufrimiento y del Karma.
Entonces, en comparación con la inmensidad de conocimiento libre de toda oscuridad e impureza, el campo del saber es insignificante.
Y el proceso de transformación de los Gunas llega a su fin, al haberse cumplido la razón de ser.
Este proceso de cambio, que se realiza de instante en instante, se hace perceptible cuando termina.
La reabsorción de los Gunas, privados de su razón de ser, en relación con Purusha, es la marca del estado de aislamiento de la conciencia en su forma original.