Prólogo
Escritura budista, libro sagrado. Se requiere de un mínimo de fe para comprender su espíritu.
La fe no consiste en la aceptación mental de determinadas proposiciones, llamadas “datos de revelación”. La fe es esencialmente aquel sentido interior mediante el cual el intelecto penetra oscuramente aquellas honduras del propio ser que él mismo percibe que es exceden su simple poder de exploración mediante el pensamiento y la percepción sensible.
La religión filosofía conocida como budismo apareció en la India en el siglo VI a.C y se convirtió en la religión de varios países, que se adherían a la Escuela del Sur o hinayana, la más antigua (Ceilán ahora Sri Lanka, Siam ahora Tailandia, Birmania y Camboya) o a la posterior Escuela del Norte o mahayana que se encuentra en el Tibet, Mongolia, China, Corea y Japón.
El Dhammapada es una colección de 423 aforismos
Escrito en pali, lengua de las Escrituras budistas de Ceilán, Birmania e Indochina.
Pertenece a la literatura budista canónica, pali o hinayana.
No se conoce con certeza la fecha de su recopilación, pero se estima que fue en el siglo III a.C aproximadamente.
Dhamma (pali) o Dharma (sánscrito) se refiere a “ley, una ley moral, la ley eterna del cosmos, la Verdad”
Pada (pali o sánscrito) significa “pie, paso”, por lo tanto puede traducirse como camino, senda.
Dhammapada sugiere “la senda del Dharma”, “la senda correcta que lleva a la Verdad, a la luz, al amor, al Nirvana”
Aunque no alcancemos el fin de nuestra senda, nuestro peregrinaje no habrá sido en vano, nadie puede arrebatarnos la dicha del camino.
Buda deriva de Budh “está despierto”. Significa la irrupción de conocimiento en la mente, conocimiento que llega a través de la intuición y permite al ser humano distinguir entre lo que es verdadero y lo que es falso.
La tarea del ser humano en la tierra es destruir la ignorancia, ver lo que es real tras las apariencias, abrir la puerta al gran despertar, a la iluminación:
Pero el mayor de los pecados es en verdad el pecado de la ignorancia. Arroja de ti este pecado, oh, hombre, y queda limpio de pecado.
(Dhammapada, 243)
Buda Gautama “es que está despierto” (563-483 a.C), fundador del budismo, fundamentó la verdad en la razón y en la experiencia, ya que no aceptó nada que no pudiera comprobar y demostrar.
Las únicas cuestiones útiles son las relacionadas con eludir el sufrimiento continuo provocado por la sed de existencia, con la progresión en la Senda de la Perfección.
La tradición dice que cuando el Buda alcanzó el Nirvana bajo el árbol Bodhi exteriorizó la dicha de la liberación en los dos famosos versos del Dhammapada:
En vano he seguido los ciclos se muchas vidas siempre esforzándome por encontrar al constructor de la vida y la muerte ¡Que grande es el pasar de la vida que ha de morir!
Pero ahora que te he visto, constructor: nunca más volverás a construir esta casa. Las vigas de los pecados están rotas, la perhilera de la ignorancia está destruida. La fiebre de los deseos ha pasado, porque mi mente mortal ha sido gozo del inmortal NIRVANA
(153,154)
Buda quiere que detengamos la rueda del devenir y que habitemos en nuestro ser profundo. Quiere que abracemos el camino del medio y que sintiendo las Cuatro Nobles Verdades, empecemos a seguir la Gran Senda, la Senda de los Ocho Grados.
El camino del Medio sería resumido en armonía, como lo ejemplifica el Buda, para que el laúd suene correctamente sus cuerdas deben estar ni muy tensas ni muy flojas.
Las cuatro nobles verdades son:
Toda vida es sufrimiento. El nacimiento es la base de todas las aflicciones, el dolor se comprende cuando uno es consciente del carácter transitorio de todo lo que nos rodea.
La causa del sufrimiento. El deseo es la causa del sufrimiento, de todas las miserias que siguen al nacimiento
La extinción del sufrimiento. La liberación del sufrimiento radica en la abolición de los deseos.
La senda para conseguir la extinción del sufrimiento. La vía mostrada por Buda para alcanzar esta fin tiene 8 grados:
visión correcta
intención correcta
palabras correctas
actos correctos
ocupación correcta
esfuerzo correcto
pensamiento correcto
concentración correcta
Con las ocho reglas de la vida se puede romper el encadenamiento si fin de causas y efectos, cortar el Karma
Liberarse es entrar en Nirvana que es la cesación del sufrimiento, de la miseria y del Samsara (sucesión inacabable de nacimientos y muerte), es decir, la cadena de reencarnación.
Los primeros versos del Dhammapada nos señalan el comiendo de la Senda de los Ocho Grados.
Una mente pura hace que se tengan opiniones y visiones correctas, nada puede empañar la percepción de lo que es en verdad real.
Los aforismos del Dhammapada insisten en los ideales budistas del autoconocimiento, del control de la mente, de la renuncia, de la pureza, del esfuerzo y de la vigilancia permanente, de la sabiduría, de la caridad.
Caridad, no-violencia, tolerancia, simplicidad, armonía son actualmente necesarias para evitar el envilecimiento y destrucción misma de la vida sobre la tierra
El budismo ve la esencia de la civilización no la multiplicación de los deseos sino en la purificación de la naturaleza humana. Pero es necesario no olvidar que le budismo es el Camino del Medio y, por tanto, no está en contra per se del disfrute de las cosas placenteras sino de la esclavitud a ellas.
En el budismo, la no-violencia y el respecto se extienden a cualquier criatura viva. Un egoísmo sabio nos induce a tomar nuestro camino con la menor violencia posible.
Así como la abeja recoge la esencia de una flor y se aleja sin destruir su belleza ni su perfume, así el sabio peregrina en esta vida.
(Dhammapada, 49)
En mensaje del Buda está en el Dhammapada y es un mensaje de esperanza y de gozo:
Así como un lago que es puro y sereno y profundo, así deviene el alma de hombre sabio cuando escucha las palabras del DHAMMA.
(Dhammapada, 82)
Caminos contrarios
Lo que somos hoy proviene de nuestros pensamientos de ayer y nuestros actuales pensamientos construyen nuestra vida de mañana: nuestra vida es la creación de nuestra mente.
Cuando hablamos u obramos con mente impura, el sufrimiento le sigue, pero cuando lo hacemos con mente pura, el gozo lo sigue como su propia sombra.
Me insultó, me hizo daño, me venció, me robó”
Aquellos que piensan tales pensamientos no estarán libres del odio, pero aquellos que no, serán libres de odio.
Porque el odio no es vencido por el odio: el odio es vencido por el amor. Esta es una ley eterna.
Muchos no saben que estamos en este mundo para vivir en armonía. Aquellos que lo saben no luchan entre ellos.
El que vive solo para los placeres y cuya alma no está en armonía, no tiene en cuenta la comida que come, es perezoso y no tiene el poder de la virtud, tal ser es movido por MARA, es movido por tentaciones mezquinas, así como un árbol débil es sacudido por el viento.
Pero el que no vive para placeres, está en armonía, come y ayuna con moderación y tiene fe y el poder de la virtud, este no es movido por las tentaciones, así como una gran roca no es sacudida por el viento.
Si un hombre se pone la pura túnica amarilla y su alma es impura, él no es digno de la sagrada túnica.
Aquel que es puro y su alma fuerte en virtud y posee la verdad, él es digno de la túnica.
Aquellos que creen que lo que no es real es y que lo Real no es, nunca alcanzarán las Verdad. Quienes sí lo saben, la alcanzarán seguros en la senda del pensamiento correcto.
Sufre en este mundo y en el venidero. Quien hace mal sufre en ambos mundos. Quien hace el bien es feliz en ambos mundos. Quien hace el mal se aflige en ambos mundos. Quien hace el bien se alegra en ambos mundos.
Si se dicen muchas palabras sagradas, pero dice y no hace, no se puede gozar de la vida de santidad. Pero si se dice solo pocas palabras sagradas, pero se vive la vida de estas palabras -con visión correcta y mente libre, sin desear - se giza de la vida santidad.
La vigilancia
La vigilancia es la senda de la inmortalidad, la negligencia es la senda de la muerte. Quienes están vigilantes nunca mueres, aquellos que no, ya están como muertos.
Quienes con mente clara han visto la Verdad, que son sabios y están siempre vigilantes, sienten el gozo de la vigilancia, el gozo de la senda de los Grandes.
Aquellos que entregados a pensamientos elevados y en profunda contemplación avanzan por la senda y al final alcanzan el NIRVANA, la paz suprema y el infinito gozo.
Quién se eleva en la fe, que recuerda su alto designio, cuya obra es pura, considera su obra, se controla a sí mismo vive la vida de perfección, y que siempre está vigilante, este ser se elevará gloriosamente.
A través de la elevación de la fe y en la vigilancia, a través del control de sí mismo y la armonía consigo, el ser sabio construye una isla para su alma, que las aguas no pueden inundar.
Aquellos que son necios e ignorantes son descuidados y nunca están vigilantes.
Nunca te abandones a la negligencia, no te hundas en los placeres y la lujuria.
El sabio que conquista la necedad por la vigilancia asciende al palacio de la sabiduría y ve a aquellos en aflicción.
El sabio corre su carrera, dejando atrás a lo más lentos.
Por vigilancia Indra se convirtió en el señor de los dioses, por eso los dioses alaban a quien está vigilante.
El monje que tiene el gozo de la vigilancia avanza por su senda, quemando todos los obstáculos. No puede ser privado de su victoria y está cerca del NIRVANA.
La mente
La mente es inconstante e inquieta, difícil de guardar y de contener: el sabio endereza su mente.
Como un pez sobre la tierra, la mente se esfuerza y lucha para liberarse de la muerte.
La mente es voluble y ligera, vuela tras ilusiones: es difícil de contener. Pero controlar la mente es un gran bien, gran gozo.
Oculta en el misterio de la conciencia, la mente vuele muy lejos. Quienes consiguen tener sus mentes en armonía se liberan de los lazos de la muerte.
Aquel cuya mente es inestable, cuyas fe y paz permanentemente fluctúan, no alcanzará la plenitud de la sabiduría.
Pero que cuya mente se controle calmadamente, será libre de la atracción de los deseos, se eleva por encima del bien y el mal.
Considerando que este cuerpo es frágil como un jarro, haz tu mente fuerte como una fortaleza y lucha la gran lucha contra MARA, las malignas tentaciones.
Pronto este cuerpo sin vida yacerá sobre la tierra, abandonado como un tronco.
Un enemigo puede herir a un enemigo, pero la propia mente, si no está bien dirigida, puede hacerle mucho más daño.
Un amigo puede hacer muy bien, pero la mente bien dirigida puede hacerle mucho más bien.
Las flores de vida
¿Quién conquistar este mundo y el mundo de los dioses?¿Quién encontrará a él dhammapada, la senda de la perfección?
El sabio estudiante conquista este mundo, encuentra el Dhammaapada.
El que sabe que este cuerpo es la espuma de una ola, la sombra de un espejismo, rompe las flechas de MARA, y sin ser visto por la muerte continúa y sigue su senda.
La muerte se lleva al hombre que recoge flores de pasiones sensuales, así como un torrente de aguas impetuosa arrasa un pueblo dormido y sigue su curso.
Y la muerte es el fin del ser que recoge las flores de pasiones sensuales
Así como la abeja recoge la esencia de una flor y se aleja sin destruir su belleza ni su perfume, así el sabio peregrina en la vida.
No pienses en las faltas de los otros, en lo que han hecho o no han hecho. Piensa más bien en tus propios pecados.
Como una flor que parece bella pero no tiene perfume son las palabras de aquel que las dice pero no las cumple.
Así como de un gran montón de flores se pueden hacer guirnaldas, así para un mortal hay muchas obras que se tienen que realizar.
El perfume de las flores no se extiende contra el viento, pero el perfume de la virtud viaja contra viento y llega a los límites del mundo.
Así como sobre un montón de basura crece la flor del loto, brilla pura la luz de la sabiduría del estudiante que sigue al Buda, EL que está verdaderamente despierto.
El Necio
Que largo es el curso de vidas que acaban en muerte para el necio que no puede encontrar la senda.
“Estos son mis hijos. Esta es mi riqueza” así se preocupa el necio. No es dueño ni de sí mismo, menos de sus hijos y de su riqueza.
Si un necio puede ver su propia necedad, al menos en eso es sabio, pero el que se cree sabio es un auténtico necio.
Si el necio vive durante toda su vida con un sabio, nunca conoce la senda de la sabiduría, así como la cuchara no conoce la sopa.
Pero un ser que observa y ve está sólo un momento con un sabio, pronto conoce la senda de la sabiduría.
Un necio que se cree sabio va por la vida con él como enemigo y siempre comete malas acciones que al final producen frutos amargos.
Una acción no está bien hecha cuando luego uno tiene que arrepentirse y se derraman lágrimas al recoger los frutos.
La mala acción parece dulce al necio, hasta que viene la reacción y trae dolor.
Un necio puede ayunar mes tras mes y su mérito no alcanzará ni la 17ava parte del sabio cuyos pensamientos se alimentan de verdad.
Una mala acción puede no atraer su reacción enseguida.
Si el necio aumenta su talento, esto sólo destruye su propia mente y su destino deviene peor que antes.
Porque deseará reputación, el primer lugar entre los monjes, la autoridad del monasterio, la veneración de la gente.
“Que padres de familia y ermitaños, ambos, piensen que yo soy quien hizo el trabajo; que me pregunten qué hacer y qué no” Estos son pensamientos del necio, hinchado de deseo y orgullo.
Pero una es la senda de la riqueza mundana y otra es la senda del NIRVANA, que el seguidor de Buda piense en esto y, sin perseguir la reputación, persiga la libertad.
El ser sabio
Presta atención a quien te dice tus defectos como si te dijera dónde se halla un tesoro oculto, el sabio que te muestra los peligros de la vida.
Que él advierta y que instruya, que frene lo que está equivocado. Será amado por quienes son buenos y odiado por quienes no lo son.
No tengas amigos cuya alma es repugnante, no vayas con quienes tiene un alma malvada. Ten amigos de alma bella, buena.
Quién bebe de las aguas de la Verdad descansa con gozo, su mente es serena. Los sabios encuentran su dicha en el DHAMMA, en la Verdad revelada por los grandes.
Quienes construyen canales para el agua dominan las aguas y los sabios dominan sus propias mentes.
Así como una roca no es movida por el viento, el sabio no es movido ni por la alabanza ni por el vituperio.
Así como un lago que es puro y sereno, así deviene el alma de un sabio cuando escucha las palabras del DHAMMA.
Los seres buenos, en todo momento, vencen todas las ataduras. Los hombres puros no malgastan palabras en cosas relacionadas con el deseo. Tocados por el placer o el dolor, los sabios se remontan por encima del placer y el dolor.
El que no anhela, ni para él ni para otros, hijos, poder o riqueza, que no antepone su triunfo al triunfo de la rectitud, es virtuoso, recto y sabio.
Pocos cruzan el río del tiempo y son capaces de alcanzar el NIRVANA. La mayoría va arriba y abajo sin dejar nunca este lado del río.
Pero aquellos que cuando conocen la ley siguen la senda de la ley, alcanzarán la otra orilla e irán más allá del reino de la muerte. Dejando atrás la senda de la oscuridad y siguiendo la senda de la luz, el sabio abandona su vida doméstica y entra en una vida de libertad. En la soledad que pocos gozan, que encuentre su gozo supremo: libre de posesiones, libre de deseos.
Aquel cuya mente está entrenada en los caminos de la luz, que vence la esclavitud de los apegos y encuentra el gozo en la liberación de la esclavitud accede al inmortal NIRVANA.
La libertad infinita
En la libertad del infinito, se es libre de todas las aflicciones.
Aquellos que tienen sus pensamientos elevados están continuamente en lucha, no están satisfechos de permanecer en el mismo sitio. Como cisnes que dejan su lago y ascienden en el aire, dejan su casa para habitar una más alta.
¿Quién puede trazar la senda de aquellos que se elevan en el firmamento de la liberación? Su curso es tan difícil de seguir como el de pájaros en el aire.
Aquel que controla sus sentidos y es libre de bajas pasiones y orgullo, es admirado incluso por los dioses. Es sereno como la tierra que resiste, es constante como una firma columna, es libre de Samsara, la vida en la muerte que retorna y retorna.
En la luz de su visión, ha encontrado su libertad: sus pensamientos son paz. sus palabras son paz y su trabajo es paz.
El que es libre de la credulidad desde que ha visto el eterno NIRVANA es verdaderamente grande entre los seres.
Donde viva el sabio, será un lugar de gozo sea en el pueblo, bosque o una colina. Ellos hacen delicioso un lugar donde otros no podrían habitar porque ellos no tienen la carga de los deseos, ellos tienen gozo que otros no encuentran.
Mejor que mil
Mejor que mil palabras inútiles es una sola palabra que da paz.
Mejor que mil versos inútiles es un solo verso que da paz.
Mejor que mil poemas inútiles es uno que da paz.
Si se venciera en batalla a mil y mil más y otro se venciera a sí mismo, del último sería la más grande victoria, porque la mayor victoria es sobre uno mismo;ni los dioses ni los demonios pueden convertir en derrota la victoria de un hombre tal.
Si mes tras mes durante cien años se ofrecen mil sacrificios y otro sólo por un instante reverencia a quien se ha vencido a sí mismo, este instante tendría más valor que cien años de sacrificio.
Si se adora durante cien años el fuego sagrado y si otro sólo por un instante reverencia a un hombre que se ha vencido a sí mismo, este único acto de reverencia tendría más valor que cien años de adoración.
Sea lo que fuere lo que se pueda dar en un año de adoración o ofrendas para ganar méritos, no vale ni una fracción del mérito por la reverencia a un ser justo.
Quienquiera que honre a los ancianos ricos en virtud y santidad, obtendrá cuatro tesoros: larga vida, salud, poder y gozo.
Mejor que cien años vividos en el vicio, sin contemplación, es un solo día vivido en la virtud y profunda contemplación.
Mejor que cien años vividos en ignorancia es un sólo día vivido en sabiduría.
Mejor que cien años vividos en pasividad y debilidad es un sólo día de vida vivido con coraje y afán de lucha.
Mejor que cien años vividos sin pensar en cómo todas las cosas aparecen y desaparecen es un solo día de vida si uno piensa en cómo todas las cosas aparecen y desaparecen.
Mejor que cien años vividos sin ver la propia inmortalidad es un sólo día de vida si uno ve su propia inmortalidad.
Mejor que cien años vividos sin ver la Senda suprema es un solo día si uno ve la Senda.
El bien y el mal
Apresúrate y haz lo que está bien; mantén tu mente alejada del mal. Si se es lento en hacer el bien, su mente encuentra placer en el mal.
Si se hace algo malo, que no vuelva a hacerlo una y otra vez. Que no encuentre placer en su pecado. Dolorosa es la acumulación de malas acciones.
Si se hace algo bueno, que lo vuelva a hacer una y otra vez. Que encuentre gozo en su bien obrar.
Se puede encontrar placer en el mal mientras el mal no de fruto, por cuando el fruto del mal viene, entonces este encuentra en verdad el mal.
Se puede encontrar dolor al hacer el bien, mientras el bien no da frutos, pero cuando el fruto del bien viene, entonces este encuentra en verdad el bien.
No trates un pecado con displicencia, pensando “esto es de poca importancia” Gota a gota se llena la jarra. Así, el necio se llena de mal, aunque lo acumule de a poco.
Que evite los peligros del mal así como un mercader, portador de grandes riquezas, pero con una pequeña escolta, evita los peligros del camino.
Así como el hombre que no tiene ninguna herida en la mano no puede ser dañado por el veneno que pueda tomar con esa mano, así quien no tiene mal no puede ser dañado por el mal.
Al necio que hace mal a un otro que es bueno, el mal le retornos como el polvo lanzado contra el viento.
Algunas personas nacen en esta tierra: quienes hacen el mal renacen en el infierno, los justos van al cielo, pero quienes son puros alcanzan el nirvana.
Ni en el firmamento, ni en las profundidades del océano, ni en ninguna parte se puede ser libre del mal que se ha hecho.
La vida
Todos los seres tiemblan ante el peligro, todos temen a la muerte. Cuando se piensa en ello, no mata ni se es causa de muerte.
Quién, en pos de la felicidad, hiere a otros que también quieren felicidad, no encontrará al final la felicidad.
No digas palabras ásperas, pues una vez dichas te pueden retornar. Las palabras airada son dolorosas y quien golpea puede ser golpeado.
Si puedes estar en quietud silenciosa como un gong roto que está silencioso, tú has alcanzado la paz del NIRVANA y tu ira es paz.
La vejez y la muerte conducen a los seres vivos a las profundidades de los campos de la muerte.
Cuando un necio hace el mal, olvida que está encendiendo el fuego en el que arderá un día.
El que hiere con sus armas a aquellos que son inocentes y puros pronto serán visitados por una de estas diez desgracias: atroz dolor o achaque; pérdida de algún miembro o enfermedad terrible; o incluso locura, la pérdida de la mente; la persecución del rey; espantosas acusaciones; la pérdida de posesiones o la pérdida de familiares; o fuego bajado del cielo que queme su casa.
Ni la desnudez, ni el cabello enredado, ni dormir en el suelo, pueden purificar a un hombre que no está limpio de dudas y deseos.
Si se vive pacificamente; se es bueno, se controla a sí mismo, tiene fe y es puro y sí no hace daño a ningún daño a ningún ser vivo, él es un sagrado brahman, un monje llamado Bhikkhu.
Quienes hacen canales dominan el agua, los carpinteros dominan la madera y los santos dominan su alma.
Más allá de la vida
¿Cómo puede haber risa, placer cuando el mundo entero está ardiendo? Cuando te encuentras en profunda oscuridad ¿no pides una lámpara?
Considera este cuerpo, muñeco pintado de miembros articulados, nunca permanente, siempre cambiante.
Este cuerpo se está descomponiendo. Toda la vida acaba en muerte.
Una casa de huesos es este cuerpo, huesos cubiertos con carne y sangre. Orgullo e hipocresía habitan en esta casa y también vejez y muerte.
El cuerpo se gasta y envejece, pero la virtud de los buenos nunca envejece y así ellos pueden enseñar el bien a quienes son buenos.
Si no intentas aprender, envejece cómo un rey. Su cuerpo crece en años, pero su sabiduría no crece.
En vano he seguido ciclos de muchas vidas siempre esforzándome por encontrar al constructor de la casa de la vida y la muerte. Pero ahora te he visto, constructor: nunca más volverás a construir esta casa, las vigas de los pecados están rotas, la ignorancia destruida. La fiebre de los deseos ha pasado: porque mi mente mortal ha ido al gozo del inmortal NIRVANA.
Quienes en su juventud no viven en armonía con ellos mismos, son más tarde viejas garzas de largas patas plantadas tristes a la orilla de una lago sin peces, son como arcos rotos, siempre añorando viejas cosas pasadas.
La posesión de uno mismo
Si se estima a sí mismo, que se guarde bien a sí mismo. De las tres guardias de su vida, al menos que una esté vigilante.
Que encuentre primero lo que es recto y entonces lo podrá enseñar a los otros, evitando de tal manera dolor inútil.
Si se hace tan bueno como dice a los otros que han de ser, entonces puede enseñar a otros. Es difícil realmente el autocontrol.
Cualquier falta o mal que se hace un ser, nace en él mismo y es causado por él mismo.
El mal que crece en un ser es como la enredadera mala va que embrolla el árbol sala; y el hombre es bajado a aquella condición en la que desearía verlo su enemigo.
Es fácil hacer lo que está equivocado, hacer lo malo, pero es difícil hacer lo acertado.
El necio que desprecia las enseñanzas de los santos, recoge frutos para su destrucción, como la caña kashta, cuyos frutos significan muerte.
Por uno mismo el mal es hecho y es uno mismo quien sufre.
Lo puro e impuro de uno mismo provienen; ningún ser puede purificar a otro.
Que ningún ser se distraiga de su deber, el bien de su alma, por el bien de otra cosa, por grande que sea. Cuando haya visto el bien de su alma, que lo siga con todas las fuerzas.